El gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022) es un caso ejemplar de los múltiples fenómenos conservadores experimentados globalmente y manifestados de manera diferente en cada país en la actualidad. Este proyecto de investigación sostiene que las articulaciones políticas conservadoras actuales difieren de las tácticas conservadoras del pasado, especialmente en lo que respecta a los derechos humanos. El diseño y el discurso de las políticas públicas en materia de derechos humanos son actualmente uno de los principales ámbitos de actuación de los grupos conservadores. Éstos han conseguido conectar el lenguaje de la política conservadora con el debate sobre los derechos humanos, imponiendo una nueva gramática a esta dimensión de la vida pública, al tiempo que reafirman principios opuestos a las definiciones de derechos humanos previamente aceptadas. La raza, el género y la sexualidad desempeñan un papel central en el caso del gobierno de Bolsonaro, como lo demuestra el Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, dirigido por Damares Alves. A partir de una evaluación sistemática de las acciones de este ministerio durante los dos primeros años del gobierno de Bolsonaro (2019-2020), nuestro trabajo identifica los principales términos de la disputa (aquí denominada «una nueva gramática») y considera sus posibles impactos para el futuro de la producción de políticas públicas de derechos humanos, utilizando Brasil como caso clave para comprender procesos similares en otros países.